viernes, 6 de abril de 2012

Tormenta. Explota, desarma. Desorienta! Maldita margarita aplastada, deforme; sin pétalos.
París es el amor que nos imponen. Mis brazos, pueden ser, aún mejor para vivir la experiencia.
Charcos de todas tus lluvias desmembranadas, sin resonancia! Chapoteo en todos tus destellos de choque. Eriza mi cuerpo.

Sensibilidad en mis extremidades y el cuerpo baila al ritmo de cada trueno, de cada paso, de cada bocina, de cada esperanza, de cada viento y cada cantar, de cada reojo y beso, de cada estela, de cada hoja verde, amarilla, seca, de cada verano, de cada sonrisa y despojo, de cada vereda y línea amarilla, de cada puerta, de cada tienda y cualquier café, de cualquier disco, a cada bostezo.
Siembro y solo siembro tonalidades.